Al mismo tiempo que se producía este avivamiento, comenzó una obra nueva en la ciudad de Los Angeles en los Estados Unidos. Desde 1908 hasta 1909, en la Calle Azusa, un
grupo de afroamericanos experimentó el bautismo del Espíritu Santo y
empezó a hablar en lenguas. En cuanto a hablar en lenguas, es cierto que
entre muchos esta experiencia se acentúa demasiado y se practica de
modo incorrecto. Por supuesto, no debemos anular el hablar en lenguas,
sino que debemos ayudar a otros a que tengan esta experiencia
pentecostal. Por una parte, Pablo enseñaba que no todos hablan en
lenguas (1 Co. 12:30), y por otra, dijo: “no impidáis el hablar en
lenguas” (14:39). El primer versículo fue escrito para los que dan
demasiado énfasis a este asunto, y el segundo fue dado para los que lo
rechazan. Debemos prestar atención a los dos aspectos.
Estas
personas vieron que sólo parte de la profecía de Joel se había cumplido
durante el tiempo de los apóstoles y que la lluvia tardía debía venir
antes de que la profecía se cumpliese por completo. Hablando en términos
espirituales, “la lluvia tardía” se refiere al presente.lunes, 30 de junio de 2014
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