En 1732 nació en Moravia el primer cuerpo de misioneros, los hermanos moravos. Ellos
fueron el primer grupo de hermanos en salir por todo el mundo a
evangelizar; el ochenta y cinco por ciento de ellos llegaron a ser
misioneros que laboraban en el extranjero. El comienzo de los hermanos
moravos se remonta a un hermano llamado Cristian David, quien fue
regenerado a los veintidós años de edad. Antes de ser salvo, había
viajado infructuosamente por todas partes buscando la verdad acerca de
la salvación, pero un día halló el camino y fue salvo. Entonces, regresó
a Moravia, su pueblo natal, donde empezó a proclamar esta verdad con
denuedo. Dios hizo una gran obra por medio de él. A causa del
avivamiento que surgió, fue perseguido y exiliado a Sajonia. Allí se
encontró con el conde Zinzendorf, quien
en aquel entonces sólo tenía veintidós años de edad y era miembro de la
aristocracia de un pequeño reino. Debido a la persecución que había en
Moravia, los hermanos huyeron de esa tierra y fueron recibidos por el
hermano Zinzendorf en su territorio, donde empezaron la Iglesia Morava.
Morando en las colinas de Sajonia, comenzaron a edificar una comunidad,
a la cual gradualmente se unieron diferentes grupos de cristianos que
huían de la persecución.
jueves, 3 de julio de 2014
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