El líder de este avivamiento fue Evan Roberts, un minero de veintidós años de edad y poca educación. Dios lo llamó de entre los humildes y le dio como compañero a Hastwell (?).
Después de ser salvo, Roberts a menudo oraba con fervor en las minas de
carbón. Su única oración era ésta: “Señor, doblega a la iglesia para
que salves al mundo”. Los que lo rodeaban estaban perplejos y también
impresionados por él. Poco a poco más personas se unieron a él en
oración, y muy pronto las minas cambiaron. Muchos mineros empezaron a
orar, y el avivamiento se esparció por todo el sur de Inglaterra.
Hemos aprendido dos verdades de ellos. Primero, el Espíritu Santo
comienza la obra de avivamiento con un grupo de personas que han sido
doblegadas y subyugadas. No necesitamos pedirle a Dios que nos envíe un
avivamiento externo; sólo debemos pedirle que nos subyugue de manera más
profunda, y la vida fluirá espontáneamente de nuestro ser.Segundo, de ahí en adelante muchos comenzaron a entender la obra de los espíritus malignos. Anteriormente, aunque se hablaba del tema, no había un conocimiento cabal de ello; pero el hermano Roberts comprendió el significado de la guerra espiritual y entró en la experiencia de Efesios 6. En 1908, mientras él estaba enfermo en cama, le contó al señor y a la señora Penn-Lewis las batallas que tuvo contra los espíritus malignos. Ella se basó en ese entendimiento y en su propia experiencia posterior para escribir el libro titulado La guerra contra los santos, que ayudó a liberar a muchos creyentes que habían sido engañados. Durante estos últimos años, casi todos los mensajes que se hablan en los círculos de los creyentes espirituales son las enseñanzas de la señora Penn-Lewis; éstas son verdades en cuanto a la guerra espiritual y a la cruz.
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