LA OBRA DE DIOS HOY
Y LAS REVELACIONES ACUMULADAS
QUE SE RECIBEN DE EL
La palabra de Nuestro Hermano Watchman Nee
Por
lo mencionado podemos ver las diferentes verdades respecto de Dios que
se descubrieron antes de este siglo y durante el mismo. Ahora nos
preguntamos: ¿Actualmente, cuál es la obra de Dios en la China? ¿Qué
clase de obra está Dios haciendo hoy?
Inmediatamente
después de que fui salvo, escuché muchas enseñanzas de los misioneros
extranjeros. Antes de 1920 casi no se escuchaban mensajes de salvación
en la China, y muchos no sabían nada de ello. Pero después de 1920, se
ha predicado mucho la salvación, la justificación y la regeneración.
Actualmente existen más de ciento cincuenta denominaciones; pero Dios
nos ha mostrado el error de formar denominaciones y de ser sectarios. El
comenzó a mostrarnos, una por una, todas las verdades mencionadas
anteriormente. Gradualmente empezamos a ver la victoria de Cristo, la
vida de resurrección, el mensaje de la cruz, la obra del Espíritu Santo,
y más. En toda la China, las personas comenzaron a entender estos
asuntos. Y en el transcurso de nuestras conversaciones con los
misioneros occidentales, descubrimos que muchas de estas verdades
también habían sido recobradas en el Occidente.
Sabemos
que las verdades de Dios son acumulativas, es decir, las verdades que
se revelan posteriormente no anulan las verdades que se recibieron
anteriormente. Las verdades que fueron reveladas en el pasado son el
fundamento de las verdades que vemos hoy. Lo que vemos hoy es la
acumulación de revelaciones que hemos recibido de Dios. Cuando Dios nos
abre los ojos para ver este hecho, empezamos a comprender que vivimos en
la corriente de la voluntad de Dios. Esta corriente continúa lo que
Dios ha llevado a cabo en las eras anteriores.
A
partir de 1926 empezamos a dar muchos mensajes y a testificar acerca de
la salvación, la iglesia y la cruz. En 1927 concentramos nuestra
atención en la obra personal de la cruz y vimos que ésta no sólo incluye
la verdad de la muerte de Cristo, sino también la resurrección. En el
pasado predicábamos la resurrección principalmente como un artículo de
la fe, pero no lo relacionábamos con nuestra experiencia. Hoy hablamos
de la resurrección como un principio de vida, como un hecho espiritual, y
no como una mera doctrina. La resurrección es como un grano de trigo
que muere y produce muchos granos; éste es el principio de la
resurrección. Luego, Dios nos mostró lo que es el Cuerpo de Cristo y
dónde se encuentra la realidad del Cuerpo. Además, empezamos a darnos
cuenta de que si hay sólo una vida de Cristo, también debe haber una
sola iglesia.
Personalmente, yo recibí mucha ayuda de la señora Penn-Lewis. En Inglaterra el señor Austin-Sparks también
recibió mucha ayuda de ella; él era pastor de una capilla bautista
situada al sudeste de Londres. Más tarde, el Señor le mostró varias
verdades en cuanto al significado de la resurrección y de la vida de
iglesia.
No
podemos decir que las verdades mencionadas anteriormente no existían
antes; sin embargo, no habían sido reveladas tan claramente como ahora. A pesar de esto, antes de 1928 todavía no se mencionaba nada respecto a los asuntos centrales de Dios,
pero en febrero de ese año empezamos a hablar del propósito eterno de
Dios. Durante ese año celebramos nuestra primera Conferencia de
Vencedores, y luego una segunda. Lo que se mencionó en estas
conferencias fueron asuntos relacionados con el propósito central de
Dios.
Pese a que habíamos recibido todas las revelaciones mencionadas, sólo en 1934 comprendimos que Cristo es el centro de todo
lo relacionado con Dios; Cristo es el centro y la universalidad de
Dios. Todo el plan de Dios gira en torno a Cristo. Esta es la verdad que
Dios se complace en revelarnos actualmente y es el mensaje que
predicamos durante esta conferencia. Esto es lo que Dios le mostró también al hermano Sparks; él vio mucho en cuanto a los vencedores que Dios busca.
Los
vencedores que Dios busca son un grupo de personas que toman la
iniciativa de ponerse en el lugar de la muerte en nombre de toda la
congregación. La relación que tienen con la iglesia es la que tiene Sion
con Jerusalén. Todos los requisitos de Dios caen sobre Sion; cuando
Sion es conquistada, Jerusalén está segura. Cuando Dios obtenga a Sion y
a Jerusalén, se cumplirá Su propósito.
Nuestros
corazones están llenos de agradecimiento a Dios, ya que hemos recibido
mucha ayuda de todos estos hermanos. Como Pablo dijo: “...ni lo recibí
ni lo aprendí de hombre alguno...” (Gá. 1:12). De la misma manera
podemos decir que, si bien recibimos ayuda de nuestros hermanos —de
Lutero, Zinzendorf, los hermanos moravos, los mensajes de Keswick—
no recibimos estas revelaciones de hombre alguno. Creemos que la meta
máxima de Dios es que Cristo sea nuestro todo. Un pastor ya mayor de
edad, el Dr. F. B. Meyer, también vio este asunto; sin embargo, ya tenía
más de noventa años cuando lo vio y, por ende, no podía hacer mucho al
respecto. Creo que Dios tiene una sola obra hoy, y éste es el mensaje de
Colosenses 1:18, donde dice que Dios desea que Cristo tenga la
preeminencia en todo. La base de todo esto es la muerte, la resurrección
y la ascensión de Cristo; aparte de El no hay realidad espiritual. Esta
es la “verdad presente” de Dios.
UN LLAMADO
Por
consiguiente, ¿qué estamos haciendo hoy? Debemos responder al igual que
Juan el Bautista y decir que somos una voz que clama en el desierto
(Jn. 1:23). Nuestra obra consiste en hacer un llamado a los hijos de
Dios a que regresen al propósito central de Dios, que tomen a Cristo
como centro en todo, y que tomen Su cruz, Su resurrección y Su ascensión
como la base de todo. Este es el mensaje de los capítulos uno y tres de
Colosenses. Conocemos la posición que la iglesia tiene en el Nuevo
Testamento y comprendemos que su posición es muy elevada y espiritual.
Agradecemos a Dios por la ayuda que nos ha concedido mediante los
misioneros occidentales; sin embargo, Dios hoy nos está mostrando que
debemos regresar a Su propósito central. Nuestra obra actual consiste en
regresar al terreno bíblico de la iglesia.
Todas
las verdades que Dios revela toman como punto de partida la iglesia.
Dios primeramente puso a Pablo en la iglesia que estaba en Antioquía.
Más tarde, Pablo fue enviado a la obra desde la iglesia en Antioquía.
Todas las verdades que predicamos hoy tienen la iglesia como punto de
partida. Esta es nuestra obra y nuestro testimonio.
Debemos
darle menos importancia a las verdades secundarias. Debemos hacer lo
posible por mostrar que el Señor es la Cabeza sobre todas las cosas. No
estamos aquí para perturbar las iglesias, sino que deseamos regresar a
la obra inicial de los apóstoles. Debemos ser cuidadosos en todo lo que
hacemos, aprendiendo a rechazar lo que venga del hombre y esforzándonos
por recibir lo que provenga de Dios.
Agradecemos
a Dios por concedernos ser parte de Su gran propósito. Debemos
humillarnos, postrarnos ante El y negarnos a nosotros mismos. Es
necesario entender claramente que nuestra obra hoy no se limita a salvar
almas y ayudar a otros a ser espirituales, sino que nuestra meta es lo
más grandioso y glorioso. Gracias a Dios que podemos conocer “la verdad
presente”. Que Dios nos conceda Su gracia para que no seamos alienados
de la “verdad presente”, sino que seamos vigilantes y no permitamos que
ni la carne ni el yo ganen terreno en nosotros. Que se cumpla la
voluntad de Dios en nosotros.
la obra de Dios
ResponderEliminar