C. H. Mackintosh, B. W. Newton y J.G. Bellett. Al leer los libros de ellos vi que hay un solo cuerpo, el Cuerpo de Cristo, y entendí el error de las organizaciones denominacionales. La iglesia
no debe ser formada por las opiniones humanas, sino que debe permanecer
directamente bajo la dirección del Espíritu Santo. Al examinar las
organizaciones eclesiásticas actuales, vemos muchas tradiciones y
opiniones humanas, pero muy poca orientación directa del Espíritu Santo;
esto no concuerda con el deseo del Señor. Según la voluntad de Dios, la
iglesia no debe estar bajo el control del hombre, sino bajo la
dirección del Espíritu Santo. Todos los que pertenecen al Señor deben
ser guiados por el Espíritu Santo y no por las directrices humanas.
Todas estas verdades fueron descubiertas por la Asamblea de los
Hermanos.
jueves, 3 de julio de 2014
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